martes, 13 de octubre de 2015

C-Á-N-C-E-R.


Esa palabra a la que todos le tenemos respeto hace honor a una enfermedad que me ha enseñado más de lo que alguna vez hubiera pensado.

Hace algunos meses compartí por primera vez una de mis teorías mas personales “QUE PADRE MORIR DE CÁNCER” y la cara de todos fue, muy probablemente, como la tuya ahorita.

Cuando iba en Kinder le detectaron cáncer a mi amiga, nuestros papás han sido amigos desde la universidad y para mi siempre han sido parte de la familia; me acuerdo que cuando me dieren la noticia íbamos en el coche, estaba lloviendo y era de noche. Al principio no entendía de que me hablaban pero en pocos minutos y a esa corta edad tuve que entender la gravedad que arrastra una palabra de tan solo 6 letras que probablemente no sabía ni escribir.

Era muy difícil asimilar todo, los doctores daban un panorama muy poco favorecedor, pero en contra de la ciencia vivió mucho más de lo pronosticado; cada fiesta de cumpleaños era una celebración en grande y cada cirugía una despedida, su historia estuvo llena de coincidencias que prefiero llamar como diría mi mamá: Diosidencias. 

Cuando ya estaba muy grave, me esmeraba por hacerla jugar y el día en que falleció entendí lo que significa... mi mamá me decía que ahora era mi “angelito de la guarda”. No tengo idea de lo que mi amiga sentía... no se si a esa edad lo puedes entender, pero se que siempre fue muy valiente y madura, que a todos nos demostró las ganas de vivir y aprovechó cada día al máximo, jamás la vi quejarse, al contrario, siempre sonreía.

En una ocasión escribió una carta a Juan Pablo II (que consistía en su mayoría de dibujos) y le encargo a unos tíos que la llevaran al Vaticano durante su viaje. Ellos cuentan que entraron, caminaron y caminaron hasta que llegaron al escritorio de su secretario y ahí la pudieron dejar... nadie los detuvo. Días mas tarde en las noticias salió la visita del Papa a un hospital de oncología por que le había conmovido la carta de una amiguita Mexicana y semanas después, el día de su primera comunión, recibieron 2 cartas, una para mi amiga y la otra para sus papás. Remitente: Ciudad del Vaticano.

Y por eso digo “que padre morir de cáncer” porque tienes oportunidad de despedirte de todos, de decir las cosas que guardaste, de hacer las cosas que nunca te atreviste, de aprovechar cada día, de festejar en grande cada cumpleaños porque la ciencia te hizo saber que los podrías tener contados, AUNQUE EN REALIDAD TODOS LOS TENEMOS CONTADOS pero la gran mayoría damos la vida por sentado, ojalá todos hiciéramos caso a la frase “vive como si te fueras a morir mañana" y exprimiéramos el hoy, para hacer que las cosas imposibles sucedan.

Creo que todos conocemos a algún sobreviviente de esta enfermedad, yo en lo personal siento una gran admiración por cada uno, por su valentía, por su lucha, por su crecimiento personal y podría escribir sinfín de cualidades, pero la más grande es: por el nuevo sentido con el que ven la vida y las ganas tan grandes de, en realidad, vivirla.

Muchos recordamos a Fátima como hija, hermana, amiga; pero de cualquier manera marcó nuestras vidas, Ella siempre supo que su lugar era allá arriba; gracias por ser nuestro rayito de luz, nuestro cachito de cielo.