lunes, 28 de septiembre de 2015

¿a qué le tienes tanto miedo?


Le tienes miedo al rechazo, al dolor, al sufrimiento, al ridículo, a cometer un error, a perder a alguien cercano, ¿Tienes miedo a ser tú? pero se nos olvida.

Le tienes miedo a la muerte, a expresar tus sentimientos, a estar en el lugar incorrecto a la hora menos deseada ¿tienes miedo a no alcanzar a despedirte? ¿al fracaso, a decepcionar a los que están cerca? pero se nos olvida.

Se nos olvida que todo lo que sentimos es parte de algo más grande que a veces no podemos concebir, que cada momento influye, que cada decisión conlleva a algo inimaginable, que hoy podemos respirar, que hoy podemos hacer lo que sea que no haga felices, que el éxito no es más que el resultado del constante ejercicio de intentar y fracasar, intentar y fracasar. Se nos olvida que la muerte es parte de la vida.

Se nos olvida disfrutar de un buen café por la mañana, sentir el aire frío chocar con nuestra nariz, estirar nuestros músculos y caminar, para después ver el sol salir mientras vamos a nuestro trabajo, se nos olvida decir buenos días, se nos olvida voltear al cielo, se nos olvida decir te quiero... 

Se nos olvida cerrar los ojos y soñar por un rato, sentarnos en un columpio a platicar historias del pasado, escuchar la lluvia chocar con la ventana, devolver esa llamada, hacernos cargo del "ahorita" que prometimos hace algunos días, se nos olvida pedir el postre, escuchar nuestra canción favorita, imprimir las fotos que vale la pena sentir entre tus manos, se nos olvida sonreír… y entre todas esas pequeñas cosas que creemos no tienen mayor importancia se nos olvida también vivir. 

Se nos olvida que el miedo es una sensación extraña, que minutos después encontrará una mejor definición, a veces decepción, a veces alegría, enojo, tristeza.. y a veces seguirá sin tener una palabra que la pueda definir.

Se nos olvida recordar que cada momento es una nueva oportunidad, se nos olvida que, a veces, olvidamos las cosas que más vale la pena recordar y otras veces nos exigimos tanto que se nos olvida, que debajo de todo ese esfuerzo por ser quien no somos, por disfrutar las cosas que no nos hacen felices, estás tú.




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